lunes, 23 de enero de 2012

EL SALVADOR DE LOS CORDEROS

Andrés Hurtado Martínez nunca olvidará el insólito rescate que tuvo que hacer el viernes de la semana pasada en la presa de la Mulata, en el Cañón de Almadenes, al igual que el pastor al que le pudo devolver diecinueve ovejas vivas siempre le estará agradecido. Por méritos propios, este policía nacional destinado en Molina hace un año se ha convertido en algo así como el salvador de los corderos, merced a una hazaña en la montaña que está al alcance de muy pocos.
 
En realidad, cuando le llamaron por teléfono no daba crédito y se echó a reír. «Me dijeron que había 400 borregos cayendo por la ladera y creía que era una broma», recuerda. «¿Qué queréis, que vaya a darles un paseo?», espetó de broma a su interlocutor. Pero sí, al final era cierto. Al parecer, según explica, las ovejas estaban pastando en la ladera y hubo una estampida por algún ruido que asustó al rebaño, y cuatrocientas de ellas fueron a parar a un cortado, no pudiendo dar marcha atrás. Casi todas cayeron y murieron, pero hubo diecinueve que permanecieron colgadas en una pared, a la espera de que su particular superhéroe fuera a redimirlas de tan delicada situación.
 

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